viernes, 19 de noviembre de 2010

¡Mimar tu relación!


Las muestras de cariño fortalecen la relación, por eso hay que salvarlas de que se ahoguen en la rutina.


Nadie duda de que la comunicación sea clave para una sana relación de pareja, pero en el amor, no todo son palabras. "Lo no verbal como los gestos de cariño tiene que ver con cómo se emite el mensaje y con cómo el otro lo percibe emocionalmente.

Eso va a establecer el tipo de relación: cercanía, lejanía, indiferencia o confianza", explica la psicóloga de parejas Perla Sanhueza.

Lourdes Gómez de 25 años y Nelson Meléndez de 29 están convencidos de que los gestos han profundizado su relación. "Él siempre se ha preocupado mucho de los detalles. Incluso cuando mi turno en el trabajo empezaba a las 4:30 de la mañana, Nelson se levantaba para hacerme el desayuno mientras yo me duchaba.

Reconozco que al principio me dejé querer, pero estoy segura de que esos gestos suyos me fueron enamorando cada vez más", confiesa Lourdes. 
Pero no todas las parejas saben darle el verdadero peso a esta forma de expresar cariño. Por eso, en materia de gestos, los expertos coinciden en que los problemas son básicamente dos: no saber interpretarlos correctamente y que estos pequeños detalles se pierdan con la cotidianeidad, de ahí la importancia de estar atento.

"Las relaciones de pareja son complicadas porque hay que estar constantemente trabajándolas: mirando al otro, leyendo las señales, haciendo gestos", resume Sanhueza. Distintas miradas "Los gestos no son hechos aislados, sino que surgen desde cada persona. Van a depender de sus rasgos de personalidad e incluso de los conflictos inconscientes que vengan de la infancia", explica la psicóloga Marie Louise Duhalde.

Según la profesional, cada persona internaliza modelos de relación de acuerdo con su propia experiencia de vida. "Si tu mamá siempre atendía a tu papá antes que a nadie, porque era su forma de mostrar que él estaba primero, ése es el modelo de relación que vas a tener para expresar lo mismo", sentencia. Por esto, entender cómo el otro recibe los gestos, no es fácil. "Para un hombre desvalorizador y narcisista, que la mujer le lleve el desayuno a la cama puede ser visto como sumisión. Otro, en cambio, puede pensar: `qué amorosa, siempre me trae lo que me gusta`", dice Duhalde.

Saber leer La interpretación del gesto también dependerá muchas veces del estado de la relación, por lo que frente a un mismo hecho, puede haber dos lecturas. "Si la relación está bien y siento que el otro está comprometido y me quiere, en vez de enojarme, recojo la toalla que dejó tirada en el suelo. Pero cuando la relación está tirante y creo que vive pensando en su trabajo y sus amigos, digo: "Es un desconsiderado"

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